Halong Bay

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domingo, 18 de enero de 2015

Vientián


Lo primero de todo decir que quiero actualizar el blog cada día pero durante el día estoy haciendo siempre algo y no paro y por la noche caigo rendido al llegar a la habitación. ¡No es fácil escribir todos los días en un blog!

Puedo resumir la visita a Vientián como excelente. Me ha encantado la ciudad, no muy grande, tranquila, con poco tráfico, gente amable, con cafés y bocaterías por doquier... 
Es una mezcla entre Francia y Asia muy rara. Hay carteles escritos en francés por toda la ciudad y sus edificios y monumentos nos recuerdan que los azules estuvieron un buen tiempo rondando por aquí aunque el idioma no se haya perpetuado a las nuevas generaciones.

Comienzo la mañana con desayuno incluido en mi hostal. Un bocadillo con mantequilla y huevo frito. Alquilo una bici y recorro la ciudad, fotos al palacio presidencial y a los templos Si Muang, Haw Pha Kaeo y Sisaket. El mejor sin duda el Haw Pha Kaeo. Me paso por el mercado de la mañana, el centro comercial Talat Sao y el mercado Khou Din, más conocido como mercado tradicional. Está todo junto y son bantante grandes. En el mercado tradicional (donde se puede encontrar cualquier animal vivo) pruebo una ensalada que viene envuelta en lechuga y una masa de arroz con pollo envuelta en hojas, todo delicioso.
Tras dedicar gran parte de la mañana a los mercados, me voy al arco del triunfo a tomar algunas fotos e intercambio opiniones del viaje con unas chicas de Malasia que conozco allí. Luego paso por la estupa negra y la plaza Nam Phou con su fuente y restaurantes con precios aptos solo para extranjeros. Continuo hasta el parque Anouvong por el que se extienden todos los puestitos rojos del mercado nocturno. Por el paseo centenares de personas marchan a pie, con patines o bicis. Todo está muy ambientado. Devuelvo la bici, doy un paseo por el mercado nocturno y pico algo. 

El día del viernes 16 comienza alquilando también una bici, haciendo algún recado y yendo al mercado de ayer para comprar los souvenirs. Pillo la comida en el mismo puesto de ayer porque la mujer me cayó genial. Más tarde voy hasta la estupa dorada, la Pha That Luang, símbolo de Laos.  A parte de la estupa hay varios templos alrededor y un gran buda dorado acostado. Voy a la estación de buses y cojo el bus número 14 que en algo menos de una hora te planta en el parque Buda a las afueras de Vientián. Aunque el parque es pequeño está entretenido por la cantidad de figuras que tiene y esa gran bola en la que puedes escalar por dentro hasta la cima y comtemplar todo. Vuelta a la ciudad, doy un paseo en bici por alguna de sus avenidas, visito algún templo que me encuentro por el camino y paso por el mercado nocturno a dar una vuelta rápida. Devuelvo la bici y me pasa a recoger un tuktuk para llevarme a la estación de buses y coger un sleep bus que me llevará a la ciudad de Luang Prabang. 

¡A ver que tal la experiencia porque es la primera vez!



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