Halong Bay

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lunes, 5 de enero de 2015

Noche de chinches e intento de robo.

Vaya nochecita...

Al poco de meterme en la cama pensé que los mosquitos me estaban acribillando, pero no eran mosquitos. Enciendo el frontal y veo un monton de bichitos, sí, son chinches (bedbug). Recojo mis cosas y me voy a la recepción donde estoy un rato con el teléfono enredado. Miro los comentarios del hostel en tripadvisor y mucha gente hace referencia a los insectos. Dejo un aviso negativo también. Lo peor de todo es que creo que los dueños sabiendo que la gente se queja y que tienen los colchones infectados, no hacen nada para solucionarlo. Las otras noches que pasé en el hostel estuve en otra habitación y no me picó ningún bicho.
Deambulo por las zonas comunes del hostel pero no hay sitios libres para dormir ya que también hay gente dormiendo por todos los rincones.

Paso la noche pegando cabezazos hasta que me dan las 06h30 y hago el check out. Le comento lo de las chinches a la recepcionista y todo lo que me contesta es un ¿really? Cojo el bus que me llevará a la capital justo en frente del hostal. Paso todo el camino dormido.

Una vez en Phom Penh pongo en el gps del movil la dirección del hostel que he reservado y me pongo en marcha. Unas pocas calles antes de llegar y al cruzar la calzada de un lado a otro las moton me sortean y en esto un chico que va en moto me agarra el móvil y me pega un tirón para robármelo pero no lo consigue porque lo agarro con todas mis fuerzas. Él sale pitando con las ganas de haberselo llevado el muy chorizo. Todo ha pasado en dos segundos y me ha pillado desprevenido, además recién levantado. Me pregunto como habría reaccionado yo si el llega a caerse de la moto. ¡Yo por mi Oppo mato, ma-to!
Continuo mi camino con el móvil metido en la mochila y mirando hacia todos lados como Lydia Bosch en Motivos personales. Llego al hostel que tiene buena pinta, check in y salgo a patearme la ciudad.

La entrada para el palacio real y la pagoda plateada vale 6.25 $. Decido no entrar para ver lo mismo que ví en Bangkok pero en una versión descafeinada. Paseo hasta el monumento a la independencia donde tomo algunas fotos. Voy hasta la avenida paralela al río y me paro en un restaurante a comer. Pruebo la sopa de calabaza que he visto ya en varios sitios y no me había animado a pedir. De postre batido de zanahoria. Tomo muy bueno y a buen precio. Continuo hasta el Wat Phnom (1$ la entrada) y que me podría haber ahorrado ya que a parte de estar en una pequeña colina no tiene nada que ver. 

Vuelvo al hostel ya que me han dicho que el night market solo esta de miercoles a domingo, por lo tanto no lo veré. Descanso un rato en la recepción, ducha y salgo a cenar a un restaurante enfrente del hostel. Pido Amok, el plato típico camboyano. Lo pido de pollo y acompañado de arroz. Riquísimo. Y al sobre que mañana me espera un día largo para empaparme de la historia de los Jemeres Rojos y visitar los mercados.

PD: Mamá tranquila que todo ha sido un susto. Aún no me he topado con una mafia traficante de órganos.

2 comentarios:

  1. Yo procurare estar tranquila, pero por favor te lo pido, tu procura tener cien ojos y mucho cuidado. Besos

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  2. Ainssss Edu!!!!! Con el corazón en un puño leyéndote jajaja. Me alegro que estés bien. Que sepas que sigo tu blog por el facebook de tu madre. Vaya par de wevoss que tienes hijo mio!!!! Cuidate y disfruta mucho de tu aventura.

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