Halong Bay

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jueves, 8 de enero de 2015

Jemeres Rojos y mercados

Martes 6 enero, día de Reyes.

Hoy hace un mes que aterricé en Bangkok, por lo que puedo decir que estoy justo en la mitad de mi viaje.
Nada más levantarme busco mis regalos de reyes pero no los encuentro. Me da por mirar debajo de la cama y ahí están, los magos de Oriente no se han olvidado de mi. Me han traido una camiseta, dos calzoncillos y un reloj, todo made in Cambodia.

Cojo un tuk-tuk que por 2$ me lleva al Toul Sleng Genocide Museum (S-21) cuya entrada cuesta 3$. Este centro de torturas que antiguamente fue un colegio, fue usado por el gobierno de los Jemeres Rojos para torturar hasta la muerte a miles de inocentes e intentar sonsacar información, la mayoría de las veces falsa. Los pabellones están repletos de celdas donde encerraban a los prisioneros. Se calcula que unas 17.000 personas pasaron por aquí durante los años que duró el régimen de 1975 a 1979. Llevaban un exhaustivo control de todos los que entraban en el S-21, les hacían una ficha personal y les tomaban fotografías. Las técnicas de tortura iban desde el electroshock hasta tenerlos suspendidos bocabajo hasta que perdían el conocimiento. Se cree que entre dos y tres millones de camboyanos (un 25% de la población total) murieron durante el genocidio.
Su intención era aniquilar todo signo de riqueza económica e intelectual basandose en el más extremo comunismo. Cualquier profesor, artista, persona que hablara otras lenguas, etc, era un enemigo para el poder. A ellos los llamaban "los nuevos" mientras que ellos soñaban con poder construir una sociedad desde cero con campesinos, "los viejos". Las ciudades quedaron desiertas en tres días, la gente fue desplazada a núcleos rurales donde eran obligados a realizar trabajos forzosos o donde eran asesinados.
Las familias fueron rotas, cada miembro era enviado a un sitio distinto.
Lo que más me llamó la atención fue que los culpables de esta brutalidad no han comenzado a ser procesados hasta el año 2007. ¿A qué han esperado? El líder Pol Pot murió en 2008 sin ser juzgado y llevando una buena vida.
Al final de mi visita pude ver a uno de los pocos supervivientes que estuvieron aquí firmando su biografía y haciéndose fotos con los turistas.

A la salida contrato un tuk-tuk que por 5$ me lleva al Choeung Ek Memorial (The 'Killing Field') o lo que es igual, uno de los cientos de campo de exterminio que hubo repartidos por todo el país. Este se encuentra a 15 kms del centro de la ciudad. Aquí eran trasladados los presos para ser aniquilados y también para hacer trabajos forzosos. Las condiciones en las que estaban debido al hacinamiento y la falta de comida eran lamentables. La entrada cuesta 6$ y te viene incluída la audioguía en español que relata a la perfección todo lo acontecido y testimonios de supervivientes. Algunos presos eran obligados a matar a otros si querían seguir viviendo y lo bebés eran asesinados a golpes contra un árbol que allí se exhibe. Caminando por el campo en el que hoy día se respira tranquilidad cuesta imaginar el terror que allí se vivió hace una décadas. Entre las fosas se pueden ver aún huesos y restos de ropa. Los asesinatos se solían cometer de noche y con el himno del régimen sonando bien alto para que los demás no pudieran escuchar nada. Al final de la visita entré en el monumento a las víctimas donde están recogidos los cráneos y vestimentas de algunos fallecidos.

Después del choque emocional que supone haber escuchado y visto como fue toda aquella masacre me dirijo en tuk-tuk al Russian Market y me pierdo entre sus estrechos puestos. Aquí se puede encontrar de todo, desde souvenirs a piezas para tu vehículo.
Al rato cojo una moto taxi por 1,5$ para ir al mercado central que se alberga en un gran edificio amarillo con forma de cruz y en medio su inmensa cúpula. Regateo para comprar algunas cosillas. Luego doy una vuelta por un centro comercial que esta justo al lado pero no hay nada interesante.

Vuelvo al hostel y de camino me paro en un restaurante Khmer, pruebo una bola frita que dentro tiene un huevo cocido pero un huevo con su pollito formado y todo. Yo le pregunté a la chica que si era huevo con pollo y ella me dijo que sí, pero nunca pensé que sería así.  Al lado de mi hostel como en un restaurante vegetariano una hamburguesa muy buena con el filete de champiñones. Luego me corto el pelo en una peluquería justo continua a mi hostel ¡por 2$!

¡Y fin del día! Mañana jornada de transporte al norte de Camboya.

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