Halong Bay

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miércoles, 7 de enero de 2015

Norte de Camboya

Día 7 de enero

Hoy es día festivo en Camboya, el día de la Victoria, ya que se conmemora el final de la dictadura de los Jemeres Rojos.

Me he despertado a las 06h00, me ha recogido una furgoneta en mi hostal y me ha llevado hasta donde tenía que coger el autobús. Tras 11 horas de pitidos por parte del autobusero al resto de conductores, baches acojonantes, canciones insoportables camboyanas a modo de karaoke y películas americanas a todo volumen, llego a la población de Banlung. Al llegar ya es de noche y nos esperan los tuk-tukeros. La estación de buses está a varios kms del centro. Conozco a Geoffrey, un parisino que también viaja solo y vamos en moto-taxi a un hostel que ha mirado por Tripadvisor y que parece tener buena pinta. El hostel se llama Balcony y la verdad está muy bien. Reservamos cama por 3$, todo parece estar bastante limpio y hay agua caliente y papel higiénico. Ducha y vamos a cenar algo al restaurante del hostel que tiene una amplia carta.

Amanece hoy día 8 en Banlung. Desayuno para coger fuerzas, alquilamos unas motos y vamos a visitar el lago Yeak Laom supuestamente azul turquesa y por el que hay que pagar entrada por persona (1,5$) y moto (0,5$). Bastante decepcionante ya que no tiene nada de especial y era la razón por la que había venido aquí. Se puede dar una vuelta completa al lago caminando por un sendero y también te puedes bañar bajo tu responsabilidad como bien advierten los carteles.

Luego hemos ido a visitar las cascadas  Kachan (0,75$) y Katin (0,5$). Las dos están bastante cerca la una de la otra. El camino es bastante malo, de tierra rojiza y se levanta una polvarera bastante incómoda. Hay bastantes baches y de camino a la primera al frenar en un montículo que no había visto, la moto ha derrapado y me he caído. Por suerte iba super despacio y he logrado pegar un brinco y he salido sin un solo rasguño. También por suerte la moto era un trasto viejo y tampoco se notará cuando la devuelva si le ha pasado algo, no nos han pedido fianza, ni pasaporte, ni hemos firmado contrato alguno, ¡viva la pepa!.
Hemos hecho algunas fotos desde el puente de madera que cruza el río de un lado a otro para contemplar el salto de agua. En la otra más impresionante hemos visto arriba, en el río, a unas mujeres con bebés y niños tomando un baño refrescante. También hemos observado ojipláticos como se atrevian a atravesar el río varios hombres con unas motos corrientes. De vuelta al hostel hemos parado varias veces a tomar fotos a gente local y casas. La verdad es que Camboya es un país bastante pobre hoy día, quizás más que evidente en zonas rurales como esta.

Devolvemos las motos, ducha y a cenar que hoy no hemos comido y tenemos más hambre que los pavos de Manolo. Después de cenar una partida de billar y a dormir. ¡Mañana a cruzar la frontera con Laos!

1 comentario:

  1. Te veo muy bien, y lo k mas me gusta es k has pasado por Camboya y no te has puesto malo.

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