Halong Bay

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jueves, 22 de enero de 2015

Phonsavan

A la llegada a Phonsavan busco una guest house en la calle principal donde están la mayor parte de negocios, gh y restaurantes.

Descanso un rato y salgo a buscar una lavandería. El chico que trabaja allí y un amigo me invitan a cerveza y a pipas y no paran de llenarme el vaso cada vez que lo vacio. Tras varias "cañas" busco un restaurante para cenar. Hace bastante frío en la ciudad, según internet con mínimas de 8°C.

El martes 20 me levanto descansado, ducha y a desayunar. Hago algunos recados y recojo la ropa limpia de la lavandería. 

Visito el centro MAG (Mines Advisory Group) para empaparme un poco de la guerra en la que se vio involucrada Laos sin comerlo ni beberlo. Esta organización se ocupa de la desactivación de las bombas y de informar a la población del riesgo que presentan. Los americanos estuvieron bombardeando el país para cortar el paso de suministros y tropas que Vietnam del norte realizaba del norte al sur de Laos. Se lanzaron dos millones de toneladas de bombas o lo que es lo mismo, una bomba cada 8 minutos durante 9 años. Laos ha sido el país más bombardeado de la historia. El 30% de la bombas no estallaron y desde el fin de la guerra ha habido 12.000 personas afectadas por la explosión de estos artefactos, la mayoría niños. Hay una víctima cada semana en el país debido a los UXO (Unexploded Ordnance). También visito el centro de información de supervivientes a los UXO.

Luego compro un bocadillo para la comida y hablando con los dependientes me alquilan su moto para todo el día por un precio muy económico. Voy a visitar las Llanuras de las jarras, que son básicamente campos con muchas tinajas de piedra. Se desconoce a ciencia cierta su uso aunque hay varias teorías:

1- Eran urnas funerarias, es la opción más extendida ya que se han encontrado restos humanos incinerados en el interior.

2- Se utilizaban como almacenaje de minerales ya que las jarras se encuentran en una antigua ruta comercial.

3- Eran depósitos de agua durante la época de lluvias para utilizarla durante la estación seca.

4- La leyenda cuenta que hubo una época en la que unos gigantes habitaban esas tierras y su rey mandó construir las jarras tras ganar una dura batalla para almacenar el laolao, un lícor típico de arroz, y que así no faltara bebida a su pueblo durante los siete años que duraría la celebración por la victoria de la batalla.

Las llanuras están plagadas de cráteres causados por las bombas de la guerra. De las muchas zonas de jarras que hay solo se pueden visitar tres, las demás no están limpias de minas. Yo me limité a la zona uno ya que pensé que me encontraría más de lo mismo en las otras dos. 

A la vuelta doy un paseo con la moto por la carretera y paso varias aldeas. Como está anocheciendo vuelvo a la ciudad y devuelvo la moto. Me voy a un restaurante a cenar y después espero un supuesto coche que me habían dicho los de la panadería de esta mañana que iba a pasar sobre las 12 y que va a Vietnam. Sí, ha llegado la hora de dejar Laos. 

Espero en un restaurante-casa-guest house donde hay gente durmiendo que también espera el supuesto coche. Al final me dan las 03h00 hasta que viene ¡un bus! que ya me habían dicho en la agencias que pasaba por allí y que iba desde Luang Prabang a Hanoi. El bus es bus-cama pero en versión diferente y más incómodo y agobiante que el otro que cogí hace unos días. Yo sinceramente prefiero un bus normal de toda la vida en el que vas sentado ya que en este no tenía espacio no para estirar las piernas (dimensiones asiáticas). 

Están locos, al entrar en el bus me quedé de piedra al ver que el pasillo estaba atestado de gente que iba sentada/tirada en el suelo. El autobus iba hasta arriba y cualquier descripción que yo pueda dar por aquí se queda corta con la realidad de los hechos. Resumiendo: el bus era un puto agobio. Hora de llegada estimada a Hanoi 19h00, es decir 16 horas de viaje.

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Haciendo balance de Laos...

Lo mejor: desde mi punto de vista, su gente. Están siempre dispuestos a ayudarte y sonrientes. Se respira tranquilidad en el país.

Lo peor: que la población no sabe ni una sola palabra de inglés, por lo que la comunicación es una misión imposible. También sus carreteras da lástima verlas. 

Pero en general me ha sorprendido para bien el país. Veremos qué tal el último país en mi viaje, Vietnam.

1 comentario:

  1. Impresionante hijo mio.Aqui nos tienes a todos alucinando con tus vivencias.

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